04 septiembre 2015

Nostalgia del absoluto

George Steiner
Nostalgia del absoluto (1974)

el inconsciente es una vivienda vienesa
Propongo con vacilación, pero con cierta seriedad, la sugerencia de que la famosa división de la conciencia humana –el ello, el yo, el superyó– es en sí misma algo más que el reflejo anatómico del sótano, la vivienda y la buhardilla de un hogar de la clase media de la Viena del cambio de siglo. Las teorías de Freud no son científicas en el sentido de ser universales, de ser independientes de su medio étnico-social, como lo son las teorías de la física o la biología molecular. Son lecturas inspiradas y proyecciones a partir de las muy especiales condiciones sexuales, familiares y económicas de la vida burguesa en la Europa central y occidental entre, digamos, los años 1880 y 1920.

estragos de la colonización
Llegara para conquistar o para convertir, para explotar o para medicar, el hombre occidental llevó consigo la devastación.

el antropólogo, un destructor
La idea de viajar a lugares lejanos para estudiar pueblos y culturas extranjeras sólo se da en el hombre occidental; surge del genio predador de los griegos (...) Ninguna comunidad nativa sobrevive intacta después de la visita del antropólogo, por hábil, por modesto, por discreto que pueda ser. La obsesión occidental por la investigación, por el análisis, por la clasificación de todas las formas vivas, es en sí misma un modo de sojuzgamiento, de dominio técnico y psicológico. El pensamiento analítico adulterará o destruirá fatalmente la vitalidad de su objeto. Tristes trópicos de Lévi-Strauss expresa esta melancólica paradoja.

la esclavitud y el origen del pensamiento especulativo
La búsqueda desinteresada de la verdad abstracta es específica de cada cultura, su historia es relativamente breve y tiene una geografía propia. Es un fenómeno del Mediterráneo oriental (...) posiblemente relacionada con los factores climáticos, la dieta proteínica, el sistema de parentesco dominado por lo masculino en el que los hombres eran depredadores y tenían un papel indagador dominante. Tal vez no habría existido un pensamiento especulativo puro sin la esclavitud, si los hombres no hubieran dispuesto del tiempo libre necesario para consagrar su voluntad, energía y ambiciones a problemas no relacionados directamente con la supervivencia personal y económica. En otras palabras, la persecución de la verdad es desde el principio una verdadera persecución. Tiene elementos de caza y de conquista.

la atracción del obstáculo
Somos claramente un carnívoro cruel construido para avanzar, y construido para avanzar contra y por encima de los obstáculos. En realidad, el obstáculo nos atrae magnéticamente. Hay en nosotros algo esencial que prefiere la dificultad, que busca la pregunta complicada. En última instancia, es por esto por lo que los más dotados, los más enérgicos de nosotros han sabido –tal vez sin articular este conocimiento– que la verdad es más compleja que las necesidades del hombre, que en realidad puede ser completamente ajena e incluso hostil a esas necesidades.

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